Nicanor Peña Rodríguez, obispo de la Diócesis de Higüey, sostiene que el apresado no presenta viso de enajenación, por lo que pidió una exhaustiva investigación del caso.
“Hay un guardia en el museo, como a 200 metros y cuando el vino lo encañonó y entonces él se entregó, “por eso yo digo que no es ningún enajenado mental, porque a las otras gentes no les hacía caso y cuando vino la guardia inmediatamente entonces se doblegó”, dijo el prelado católico.
El jerarca de la iglesia católica en Higüey, denunció que el sujeto destruyò todo lo que son signos significativos de la iglesia.
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